JESÚS MÁRQUÉZ MARTÍN-CEREZO
(1982-1986)
Cursa Estudios de Teología en la Universidad Pontificia de Comillas. En septiembre de 1982 es nombrado párroco de Tías, en sustitución de don Martín Lopetegui. don Jesús comienza por hacer un vaciado de la casa parroquial de literas y folletos, dándole un toque residencial unipersonal y coqueto. En su tiempo, se procedió a realizar una permuta de la vieja casa del cura, en la salida para San Bartolomé, por otra cercana al Barranco de las Truchas. El promotor fue Guillermo Betes Becerra, y de esta manera las religiosas se instalaron en su nueva residencia.
En todos los barrios de la parroquia don Jesús consiguió un alto número de de colaboradores y de catequistas, compartiendo eucaristías, bodas bautizos, primeras comuniones… Una vez al mes se disponía de una reunión conjunta. Era el pulmón de la palabra que llevaba la vida a todos los grupos de catequistas y catecumenados.
Este cura fomentó la catequesis para los niños y jóvenes, catecumenados para adultos, grupos de matrimonios… destacando el que se reunía en Mácher, en casa de Salvador y de Mary Lola. La parroquia pasó a tener Consejo Pastoral Parroquial, con representantes de todos los barrios, facilitando que esta parroquia participase en el Consejo Arciprestal. La parroquia también disponía de Junta Económica, presidida por Salvador Requena. El grupo Junior de Tías era autónomo, creando
algunas dificultades a la parroquia en su funcionamiento en estos tiempos. Cuenta don Jesús que de este grupo salieron dirigentes vecinales y políticos. Es en la localidad de Puerto del Carmen donde don Jesús desarrolla su sapiencia eclesiástica y sus buenas condiciones de políglota puesta al servicio de la iglesia. Se comenzaron las misas en varios idiomas para los turistas que nos visitaban. “Jesús, ¿tú hablas extranjero?”, le preguntaban unos chinijos tras una misa. Úrsula era una señora alemana que ayudaba en la eucaristía, haciendo lecturas, tocando el órgano y así, poco a poco, se le fueron abriendo los horizontes pastorales, que le sirvieron de gran utilidad para que el Obispo le propusiera el templo ecuménico de Maspalomas. Jesús intentó ser un cura de todos en un municipio plural y lo mismo visitaba una familia humilde que compartía mesa con dirigentes empre- sariales de la zona turística.
Cuenta el cura que la iglesia de Masdache recién estrenada no disponía de figura de la Virgen de la María Magdalena. En un viaje a Madrid encargó a un copista de El Pardo un cuadro. Se le puso un marco, tela y panel, y se colocó en el fondo del altar. Al llegar el día de la fiesta, los feligreses planteaban que a la procesión no se podía llevar un cuadro.
HISTORIA DE TÍAS 