JESÚS VEGA MESA
(1976-79)
Nació en Ingenio. don Jesús Vega Mesa, en adelante Suso Vega, llegó a Tías en noviembre de 1976. Su antecesor le facilitó todos los detalles de la parroquia para que se sintiera a gusto, presentándole a las personas que tenían mayor implicación con la Parroquia: Cándida, Lila, Juanita, Benigno, Julián, Mari Pino… y otras ligadas a la vida parroquial y social del pueblo.
La vida en Tías por aquellos años se desenvolvía entre la iglesia y la Sociedad. La iglesia era un hervidero de jóvenes. Aparte de la catequesis o la celebración de las misas, el Movimiento Junior alcanza su esplendor y motiva a bastantes chinijos que luego se iban integrando a los grupos de jóvenes: Julián, Marcos, Paco, Nereida, Dulce…eran algunos de los jóvenes que estaban muy implicados en la tarea. Los niños y los jóvenes trabajaban con una mentalidad muy abierta en actividades culturales, ecológicas, comunitarias. La idea de plantar las palmeras de la Avenida Central de Tías fue fruto del movimiento juvenil parroquial. Decidieron hacer una plantación para motivar el amor por la naturaleza. Suso empren- día con ellos caminatas para visitar senderos, cuevas, recoger papas crías, hacer acampadas, encuen tros con los muchachos de otros pueblos, etc.
Los domingos se puso en funcionamiento el club juvenil en uno de los salones de la iglesia. Puntualmente, a partir de las cuatro, se reunían más de 70 jóvenes para debatir temas de tipo político, social, religioso. Debates abiertos, espontáneos, que ayudaron a muchos a tomar conciencia de muchas situaciones, a saber expresarse, a pensar y a saber dialogar. Después de tres o cuatro horas de juegos, diálogo o canciones, el grupo se iba a la Sociedad, donde había una pequeña discoteca que abría un par de horas en festivo, no más allá de las diez.
Suso realizó un gran trabajo con los jóvenes. Podemos hablar de una generación afortunada, generándose un clima de respeto entre jóvenes y adultos. Lo mismo ocurrió con la presencia de Suso en los colegios. A través de las maestras Juanita, Candelaria y otras profesoras, facilitaba la comunicación escuela-parroquia.
Suso Vega contó siempre con una legión de voluntarios y voluntarias para todas las tareas parroquiales de los pagos. No le faltaron ni catequis- tas, ni personas dispuestas a limpiar y decorar la iglesia y la casa parroquial: Inma, Dulce, Mary, Toña, Lita la Rubia, Tere, Severita, Pili, Lali, Olaya, Canita, Paco el del Lugar de Arriba, Julita, M. Pino, Gloria… muchas de ellas grandes animadoras del Junior.
Suso contó también con un gran plantel de monaguillos. Los chicos no solo ayudaban a celebrar la misa sino que acompañaban a visitar enfermos, dar paseos por la isla… Entre ellos se encontraban: Ramón Martín, Germán, Antimo, Ángel Marcial, Antonio…en Tías; Pepe Juan y Juan Carlos en Mácher, entre otros.
Cándida, al igual que con Luis Marrero, sirvió de gran ayuda a Suso. Hacía de madre, preparaba las comidas. A Suso le sorprendió fuertemente el gran arraigo de la música canaria en el municipio y, desde que se enteró que venía destinado a Lanzarote, su hermano Rogelio le había localizado un disco sencillo de la Agrupación folklórica San Antonio, dirigida por Honorio Barreto, que contaba con un amplio plantel de tocadores y bailadores: Macarena, Segundo, Nito, Paco, Magdalena y otros.
A finales de los setenta en Tías se producen grandes cambios estructurales, tanto en el propio pueblo de Tías como en los otros pagos de la parroquia, en los que este joven párroco participa activamente.
A finales de los setenta en Tías se produce n grandes c ambios estructurales, tanto en el propio pueblo de Tías como en los otros pagos de la parroquia, en los que este joven párroco participa activamente. En Puerto del Car men el turismo iba entrando poco a poco, creando un núcleo diferenciado del pueblo marinero. Los jóvenes se mostraban más contestatarios, había un incipiente sector independentista e incluso segregacionista del municipio. Utilizaban los salones parroquiales pero no participaban de los actos litúrgicos. Los vecinos presentaban reivindicaciones a este párroco, que les escuchaba, para que se hiciera más por el pueblo, por lo que Suso opta por organizar una comunidad religiosa para Puerto del Carmen. Al poco tiempo, Suso logra que dos religiosas misioneras franciscanas, Marcelina y Piedad, se instalaron a vivir en Puerto del Carmen, en la calle Hervideros, cerca de la iglesia, consiguiendo ampliar los lazos con la iglesia. Enterados un grupo de jóvenes de que el propietario de un trozo de solar existente entre la iglesia y la calle reclamaba su propiedad, estos optan por plantar árboles y así acaban con la presión hacia la iglesia.
En el pago de Mácher Suso se encontró con los parámetros más altos de participación religiosa. El cumplimiento religioso se practicaba en unos almacenes particulares pro- piedad de la familia de don César Rodríguez, habilitada para el culto en lo alto del Mesón, por lo que los vecinos siempre habían aspirado a tener un templo propio. Por la dispersión de Mácher no era tarea fácil consensuar el lugar más adecua do. La familia de Flora Pereyra había donado un terreno en la carretera general, más próximo a El Volcán,
por lo que los vecinos del Mesón y de los Barrancos no veían de buen agrado tal ubicación, por lo que el párroco opta por celebrar un referéndum un domingo después de oficiada la eucaristía, en uso del factor democrático. Todos los fieles deciden y sale la opción de levantar el templo en el lugar que hoy ocupa. Días después, un domingo 19 de agosto de 1977, estando Suso con un grupo del pueblo de acampada en Gran Canaria, se publica en el diario La Provincia un artículo titulado “Mácher y su cura democrático”, vertiendo duras críticas sobre tal decisión. A esa opinión publicada por un anónimo le siguió una réplica titulada “Tías defiende a su párroco”. El pueblo cerró filas en el empeño de levantar el nuevo templo y en septiembre de 1977 se comienza a remover el terreno. El 12 de febrero de 1978 visita las obras el Señor Obispo Infantes Florido.
Suso recuerda que en Conil-Tegoyo el culto se efectuaba en sus tiempos en la ermita del Corazón de Jesús de Tegoyo, y que la iglesia de Masdache se finalizó en su época. En la Asomada sostenía largos encuentros en la tienda de Mario antes de celebrar la santa misa en la iglesia.
Suso recuerda que en Conil-Tegoyo el culto se efectuaba en sus tiempos en la ermita del Corazón de Jesús de Tegoyo, y que la iglesia de Masdache se finalizó en su época. En la Asomada sostenía largos encuentros en la tienda de Mario antes de celebrar la santa misa en la iglesia.
Quisiera conocer el paradero de Rogelio J. Vega Mesa.
Estuvimos juntos en el servicio militar en Campamento- Madrid.
El estuvo trabajando en Radio ECCA.
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