Fuente: El Postigo de Tías
Por Juan Cruz Sepúlveda
Por último, señalar a los precursores de los auto- turismos o autotaxis. Recién terminada la Guerra Civil, el vecino de Tías Andrés García adquiere un coche de cinco plazas, marca Buick, para ofrecer servicios más cómodos y rápidos. La escasez de repuestos y neumáticos le obligó a “arrimarlo” y terminó vendiéndolo por cuatro mil pesetas. Luego aparecerían los Ford de Manuel Sánchez, Marcial Torres y Bernardo Sánchez.
De la misma época, entre los cinco primeros Servicios Públicos de Arrecife se encontraba el Chevrolet del vecino de Tías Bernabé Riverol.
El servicio de taxis inicia su consolidación una vez que varios vecinos consiguen la tarjeta de transporte para pasajeros en coches ligeros y ponen a circular por el pueblo los siguientes modelos: El Ford 4 de Manolo Sánchez conducido por Bernardo Pérez o por Marcial Torres; el Chrysler Imperial V-8 modelo de 1932, adquirido por Segundo Reyes en Tenerife en 1960; el Vauxhall ranchera de José Riverol; el Peugeot 403 que Gregorio Hernández compra a José Retana; mismo modelo que adquiere el vecino de La Asomada Juan Suárez; la furgoneta Volkswagen de 9 plazas, conocida como La Rubia, que Juana Montero, viuda de Ferrer, adquiere en Mácher para su hijo Evaristo.
Estos propietarios lograron las primeras licencias de taxis en el municipio, hasta que, a partir de 1967, con motivo de la puesta en funcionamiento del Hotel Los Fariones, comienzan a incorporarse más unidades de nuevos propietarios.
De los comienzos del transporte en Tías en los años sesenta es obligado citar a Florencio Suárez, que antes del sector del taxi se inició en el transporte de la mercancía agrícola. En aquellos tiempos la actividad agrícola estaba en auge, tanto de tomateros en la costa como de cebollas en la zona alta. En periodo de zafra la actividad en toda la red de caminos del municipio era frenética, y el transporte se realizaba aún a base de camellos y burros principalmente. La presencia de camiones era escasa. Por eso, Florencio, junto a Eligio Umpiérrez, adquiere una furgoneta Renault Staffet por el precio de 82.000 pesetas en el año 1963, con apenas media tonelada de carga útil, pensando destinarla en un principio a la venta de pescado y verduras. Pero el auge de la cebolla y el tomate en la zona les llevan a emplearse a fondo para dar respuesta a los requerimientos de los agricultores para transportar agua para plantar tomateros, recogida y entrega de cajillas de tomates hacia los almacenes de empaquetados, cargas de cebollas, tareas de vendimias, barricas, cal, cantos y bloques para la construcción y hasta transporte de peonadas de mujeres para los empaquetados…La actividad se prolongaba en los días festivos, realizando traslados de feligreses a la iglesia de turno.
Se puede afirmar que Florencio fue el precursor del furgón para el uso doméstico en sustitución de los camellos. Así, en casi todas las casas con propiedades agrícolas, a finales de los sesenta, se va incorporando el furgón mixto de carga y pasajeros, alcanzando gran popularidad los Ford Transit, los Fiat, los Volkswagen, los DKW …
En el año 1965, la empresa concesionaria del servicio insular de pasajeros, Transportes de Lanzarote, que gestionaba las guaguas de línea, pone en servicio dos coches de servicio público para complementar el transporte público. A Tías llegan dos Ford Zephyr, uno azul lo conduce Florencio, y el otro, blanco, Leocadio Pérez. En 1966, Florencio deja el Ford azul a Domingo Suárez, y se va a trabajar con José Riverol, que había adquirido un furgón Commer de 11 plazas, para el servicio público de pasajeros en rutas alternativas al servicio regular, más conocidas como “piratas”. Su estancia en este servicio es breve y pasa a trabajar en el servicio público de Gregorio Hernández, un Peugeot 403. Aquí permanecerá hasta que obtiene licencia propia para taxi en 1968, en que adquiere por tal motivo su primer Mercedes, el GC 25654, destinado al servicio del taxi. Era la licencia municipal número 9. Otros titulares de estas licencias eran: Gregorio Mosegue, Domingo Suárez, José Aparicio, la maestra Concepción Rodríguez, Félix Montelongo…
Florencio Suárez dio rienda suelta a su inquietud por organizar y desarrollar su espíritu de servicio, empeñándose en ordenar un sector que iba en alza en el municipio. Por eso, trabaja en crear y presidir la Asociación Sindical de Taxis de Tías, que nace en1971, dependiendo del Sindicato Vertical. Desde esta asociación, y debido a la importancia de este pujante sector dentro del municipio y de la isla, se promueve la creación de la Asociación de Autotaxis y Autoturismos de la isla de Lanzarote, la cual pasa a presidir desde 1976 hasta 1982. Florencio aportó al servicio del taxi en el municipio un moderno sistema organizativo, desde los turnos, a la ubicación de las paradas, los criterios para el otorgamiento de nuevas licencias, lo que le llevó a veces a ser cuestionado por tratarse de un sector combativo, ante lo cual se mantuvo firme en la defensa de sus ideas y principios. El desarrollo de este importante sector económico del municipio se manifiesta en que son más de 100 las licencias de taxi que se han otorgado.