Fuente: El Postigo de Tías
Por Juan Cruz Sepúlveda
En Tías llegaron a funcionar dos zapaterías en la Carretera General. Una estaba situada en un almacencito de Antonio Díaz Bermúdez, y otra, apenas a unos cien metros, en unas dependencias de la casa de Santiago Calero. Cuando Antonio Díaz compra la casa a Sixto Suárez Topham, polémico secretario del Ayuntamiento, a comienzos de los cuarenta, ya Jacinto Cabrera trabaja en esa zapatería. Jacinto arreglaba toda clase de zapatos, punteras, tapas, tacones, tintes, y de su horma salieron muchísimas botas de cuero para trabajar en el campo, con suela de goma de camión.
También se hacían trabajos para toda la gama de herrajes y cueros para sujetar albardas y sillas para camellos. La zapatería tenía un gran componente social. En su puerta se realizaban tertulias y echaban el rato entre los golpes del martillo de Jacinto. Luego, con su saco de pita al hombro, emprendía cada tarde su regreso a su casa en Conil, por la Vereda de su nombre. Allí permaneció cerca de cuarenta años, hasta su jubilación, en que se cerró la actividad y desapareció la figura del zapatero. Se puede afirmar que Jacinto fue el último zapatero del pueblo. En la zapatería habilitada en la casa de Santiago Calero trabajaron como zapateros primero Luis Rodríguez y luego Félix Montelongo, lugar en el que también tuvo su empleo Luis Pérez.
En Mácher, a comienzos del siglo XX, ejerció la actividad de zapatero y lañador Marcial Hernández Déniz. Monta zapatería (1915) y trabaja con el cuero todo tipo de calzados, correaje para personas y bestias, combinadas con herrajes. Hay constan- cia de su actividad también como lañador de platos, vajillas, bernegales, etc. Y disponía de una máquina rudimentaria para esa actividad.
Se traslada a Arrecife (sobre el 1945) e impulsa una zapatería junto a su hijo Félix, donde trabajan múltiples operarios y muchos aprendices. Su otro hijo, Marcial, también monta zapatería en la entrada de Mácher, y comparte esta actividad con la de cartero rural y marchante.
La tercera generación de zapateros de esta dinastía la desarrolla desde 1977 en Arrecife, en la calle Hermanos Zerolo, Félix Jesús Hernández, con la marca de Zapatería Félix.