Datos de interés

Publicado: 10 mayo, 2015 en Sucesos

Datos de interésLeandro

La historia negra del municipio de Tías, además de víctimas mortales de la Guerra Civil y accidentes y hechos fortuitos con finales luctuosos, reúne diversos episodios de sangre y violencia que revelan las dificultades de determinadas mentes para gestionar el conflicto. La ira y el miedo, adoptando distintas formas que a veces las han hecho invisibles, han formado parte también del devenir de una sociedad generalmente tranquila y pacífica que en momentos puntuales ha sido golpeada por el horror. En este capítulo se realiza una crónica de estos sucesos.

1837

Juicio por muerte violenta

Con fecha 17 de enero de 1837 se da cuenta en las correspondientes actas de la Administración de la Vista seguida contra Carlos Pérez, declarado prófugo, por la causa criminal con resultado de muerte violenta del también vecino de Tías Juan Ignacio González.

1875
Incendio en la Iglesia de La Candelaria

En plena celebración de las novenas del mes de mayo, en tiempos del cura don Fortunato Pereyra, al finalizar una de las novenas que se le rendían a la virgen de Fátima, con flores y velas, alguna se debió de quedar mal apagada y debió de prender sobre algún mantel u otro producto inflamable. La desgracia hizo que se produjese la combustión en la zona del altar, propagándose el fuego entre diversos objetos que extendieron rápidamente las llamas, causando grandes desperfectos.

1885
Juicio por homicidio

En la edición del 28 de octubre de 1885 del Diario de Avisos se da cuenta de que en la Excelentísima Audiencia del Territorio se va a celebrar juicio oral de la causa instruida contra Antonio María Cabrera, vecino de Tías, en la isla de Lanzarote, por el delito de homicidio en la persona de Manuel Hernández Martín, de la misma vecindad. El Ministerio Fiscal estará representado por el letrado don Juan Ramírez Doreste, siendo el defensor del procesado el joven letrado don Agustín Millares y Cubas, que hará su debut en dicho juicio oral.
El Telégrafo, diario de la tarde, en su edición del 31 de octubre del mismo año, hace referencia a la celebración del juicio y a que la numerosa concurrencia que asiste salió complacida del brillante debut y de las grandes dotes de oratoria que posee el joven Millares.
En el Diario de Avisos del 4 de noviembre se informa de los 12 años y un día impuestos al autor del crimen, así como el pago de las accesorias costas e indemnización de 1.000 pesetas a la viuda.

1896
Muerte del político Leandro Fajardo Cabrera

Constituye el asesinato de Leandro Fajardo uno de los acontecimientos más relevantes ocurrido en Tías a finales del XIX, dando mucho que escribir en los periódicos de la época, tantLeandroo en las fechas del crimen como en las anteriores y posteriores al juicio. Luego, tras un siglo de silencio, se reactiva el caso Fajardo con la aparición del libro de Pedro César Quintana El asesinato de Fajardo. Una visión de la sociedad lanzaroteña durante la Restauración, editado en el 1996. A partir de aquí se suceden artículos de opinión en prensa local y regional hasta que aparecen dos publicaciones en 2004. Una pertenece a Mercedes Medina y Carmelo Martín, titulada El verdadero asesino de Leandro Fajardo. Un capítulo inédito de la Historia de Lanzarote. Y la otra, fue escrita por Agustín Millares Cantero, llevando por título El cacique Fajardo asesinado (1896). Banderías a la greña en Lanzarote. Carmelo Martín Díaz, nieto del asesino, vuelve a publi- car un nuevo libro, Leandro Fajardo al desnudo. La verdad sobre el más misterioso asesinato del siglo XIX en Lanzarote.
“Ocurrió en la madrugada del domingo 6 de septiembre, día en que se celebrarían elecciones a la Diputación Provincial. Fajardo se presentaba por el bando conservador, años atrás lo había hecho por el bando republicano”.
“El asesino retexto-2sultó ser Francisco Díaz Monfort, Frasco, emparentado con la víctima, y que vivía cerca de donde se produjeron los hechos, en El Pavón, junto a la carretera general. Fajardo había desarrollado varios oficios: abogado, registrador, director del periódico El Horizonte. Como político había comenzado su trayectoria en el partido republicano, pero en 1896 se presentaba en el bando conservador, junto a Velázquez, de Fuerteventura, las encuestas les daban ganadores”.
El móvil de Francisco Díaz Monfort, casado con la prima de Leandro, Lucinda Fajardo Bermúdez, se aleja de las tesis políticas, según Millares y el propio Carmelo Martín. Los Fajardos eran una dinastía de la burguesía conejera y en el estudio de este suceso se concentran diversas claves como las características de las dos familias Díaz Monfort, sus estudios y Pedro Fajardo, deudas de Cipriana, alcalde y recaudador, registrador, político, inspector, periodista, los préstamos, los pactos de retro, bodas de conveniencia, los Lara, herencias, testamentos, etc.
Para la defensa de Frasco Díaz la familia designó al prestigioso abogado de las Palmas don Tomás García Guerra, pero fue objeto de amenazas a través de reparto de octavillas y desistió de la defensa a favor del abogado don Santiago Pineda, que era la pri- mera vez que se ponía la toga. El jurado condena a Frasco a morir a “garrote sobre tablado”, y para ello trasladan al reo a Lanzarote en agosto de 1899, desde la prisión de Las Palmas. Pero la mediación de Fernando León y Castillo ante la Reina Regente evita su muerte y se le condena a prisión a cadena perpetua. Finalmente Frasco fallecería en Ceuta en 1910, a consecuencia de emanaciones de gases tóxicos, según el Diario de Las Palmas de la época. Sobre el asesinato de Fajardo ve la luz otra publicación, Las cartas boca arriba, de Carmelo Martín, donde definitivamente trata de desvelar el verdadero móvil del asesinato.

1903
El crimen de Mácher

El periódico Lanzarote, que se edita en Arrecife y que mantiene suscripciones para toda España de un mes a una peseta, en su portada del jueves 15 de enero de 1903 destaca tres titulares: “Sagasta”, “La policía” y, con la misma tipografía en negrita, “El crimen de Mácher”. Relata el suceso del siguiente modo:texto-1
“Aún perdura en esta ciudad, de índole práctica, la impresión que produjo la triste noticia. No estamos acostumbrados a estos espectáculos luctuosos de sangre, que en otros pueblos se suceden con harta frecuencia (…) En las primeras horas de la mañana del 12 del corriente, interrumpiendo la monótona tranquilidad de esta población, atravesó por sus calles un numeroso cortejo acompañando una camilla que fue conducida al Hospi- tal de Dolores. Al propio tiempo circulaba la infausta nueva de que dentro de aquella iba herido mortal- mente y agonizando el vecino de Mácher Pedro Díaz, conocido como el ratón. (…) He aquí la versión que pudimos recoger en los primeros momentos y que, sin perjuicio de rectificarla cuando la acción beneficiosa de la justicia vaya esclareciendo los hechos, damos a conocer a nuestros lectores en cumplimiento del deber que nos hemos impuesto de tenerlos al corriente de cuanto ocurra de notable en esta isla. Regresaba Díaz ya anocheciendo el día once de enero, del pueblo de Uga, y se encontraba próximo a su casa de Mácher, cuando desde una pared, detrás de la que estaba parapetado el oculto agresor, le descerrajaron un tiro en el que por fortuna salió ileso”.
“Continuó su camino con el natural temor de que se repitiera la agresión. Llegó a su domicilio y, pensando en los móviles que pudieran haber deter- minado tan cobarde ataque, decidió ir en busca de su convecino Tomás Arrocha, de quien sospechaba fuera el autor de la tentativa frustrada, por haber tenido una cuestión hacía poco, a consecuencia de introducir un ganado que pastoreaba en una finca propiedad suya. En las inmediaciones de la casa de
Arrocha, y sin ver a la persona que le acometía, recibió una pedrada en la cabeza que le privó del conocimiento, cayendo en tierra. Pronto recobró la razón, observando que el Arrocha y su mujer lo herían sin compasión, con un cuchillo que blandía y con cuya arma le infringie- ron cuatro heridas tremendas en el pecho y en el vientre, y otra en la muñeca derecha.
Después de haber llevado a cabo los criminales su execrable acción, en la que han concurrido todas las circunstancias…dejaron a Díaz desangrado en mitad de la senda y vinieron a esta ciudad
a dar parte de lo sucedido a las autoridades, preparando la coartada….que no les dio resultado, al haber podido declarar el herido en el periodo agónico”.
“Dijeron que este, por la disputa de las cabras había ido a buscarlos la noche de referencia, que les atacó con una horqueta y les obligo a defenderse. Seguramente se ha destruido esta versión, porque el matrimonio Arrocha continúa detenido y sujeto al proceso que instruye, con elogiable actividad el inteligente y celoso Sr. Juez de Instrucción de este partido, Juan Moreno Naranjo…que ha practicado, en el teatro de los hechos, las diligencias y, como consecuencia de tales actuaciones, han ingresado en la cárcel Andrés Martín, dueño del ganado que cuidaba Tomás Arrocha y, además, Juana Ramos. Practicada la autopsia a Pedro Díaz, se comprueba que las heridas que recibió eran mortales de necesidad”.

1924
Muerte del secretario del Ayuntamiento de Tías

En La Provincia del martes 10 de noviembre de 1924, bajo el titular arriba señalado, “Muerte del secretario del Ayuntamiento de Tías”, se informa que: “…el día primero se produjo en esta capital un hecho lamentable del que fue victima don Evaristo Durán, secretario del Ayuntamiento de Tías. En una violenta discusión entre varios individuos, uno de ellos, llamado Mamerto Rodríguez Pérez, lanzó una piedra que fue a chocar en la cabeza del Sr. Durán, el que falleció pocos momentos después de recibir el golpe.
¿Fue una mala intención o la casualidad la que movió la mano del autor del hecho? El juzgado de instrucción, que ha ordenado la detención de Rodríguez Pérez, se encargará de esclarecerlo. El doloroso suceso ha producido en este pueblo y en el de Tías penosa y general impresión, por ser la víctima un funcionario íntegro y un ciudadano modelo. El Sr. Evaristo Durán deja viuda y 4 hijos faltos de recursos, porque su escaso haber solo le daba para el sostenimiento de su familia. Descanse en paz y reciban sus deudos nuestro más sentido pésame. El corresponsal en Arrecife a 8 de octubre de 1924”. El Sr. Durán era natural de Tinajo, contaba con 51 años, estaba casado con Dña. Carmen Morales Martín, y sus hijos, según la partida de defunción, son Peregrina, Rosa, Marcial y Flora.

1925
Juicio contra el maestro nacional del pueblo

Se da cuenta en una sentencia del juicio oral seguido contra el maestro Gabriel Encinas Castella- no, de treinta y cuatro años de edad, a quien se le imputa de un delito contra la Constitución, por haber proferido en el Ayuntamiento de Tías, por los meses de julio y agosto de 1923 “expresiones injuriosas contra las augustas personas de los soberanos”. El fallo concluye que, toda vez que el propio denuncian- te resultó ser el Sr. Secretario D. Evaristo Durán, que ya ha fallecido, se proceda a absolver al maestro…

1936-1939
Soldados naturales de Tías fallecidos en la Guerra Civil

La absurda Guerra Civil española se vino a cobrar también la vida de inocentes vecinos que estaban en tiempos de ser llamados a filas y fueron llevados a los frguerraentes, sin apenas conocimiento del manejo de armas, del territorio, del clima y, menos, de las propias causas de la contienda. De este municipio perdieron la vida los siguientes soldados: Servando Álvarez Díaz (vecino de Las Cuestas), Fernando Arrocha Rodríguez (La Tiñosa), Santiago Batista Aparicio (Hoyo del Agua), José Borges Calero (Los Lirios), Teodoro Camacho Montero (La Asomada), Juan Duarte Saavedra (Mácher), Francisco Eugenio Rodríguez (La Tiñosa), José Fajardo Valiente (Hoyo del Agua), Antonio González Arrocha (La Tiñosa), Vicente Mesa Mesa (El Pavón), Francisco Rodríguez Hernández (Los Casalones) y Alberto de León Mesa (Las Cuestas).
Aparte de las muertes, hay que añadir las deten- ciones sin causas, deportaciones al campo de concen- tración, apartar del servicio a carteros, maestros y otras personas de militancia republicana. En el apartado de detenidos por otras causas, en octubre del 36 figuran Rafael Ferrer Fajardo, vecino de Mácher, chófer de profesión, acusado de causar lesiones y amenazas a la autoridad. Mamerto Rodríguez Pérez, que había sido alcalde en tiempos de la República, es detenido en Tías el 10 de octubre de 1936, acusado de agresión con piedras a falangistas.

1949
Arde la cochera de Rafael Cedrésguagua

En la madrugada del 1 de febrero de 1949, Rafael Cedrés, que ejercía de alcalde desde el año anterior, se disponía junto con otro chófer y varios operarios a suministrar gasolina a los camiones con los que estaba realizando trabajos de enarenados en Tinajo. La imprudencia de uno de los trabajadores hizo que saltase una chispa de fósforo o de cigarro en un regador repleto de gasolina junto al depósito del camión. La pavorosa llamarada hizo que se propagase rápidamente dentro del garaje, cundiendo el pánico y la confusión. El propio Rafael arriesgó a sacar al menos dos camiones no ocurriendo lo mismo con una pequeña guagua de carrocería de madera que fue pasto de las llamas, junto con un coche que había adquirido recientemente a Andrés García. La tragedia en aquel día víspera de La Candelaria, de un año recordado por ser el más seco de la década, rondó al pueblo de Tías, produciéndole graves secuelas físicas al propio alcalde.

1952
Vuelco de una guagua en Uga

El temor se extiende entre los usuarios del transporte público al conocerse el 20 de junio el fallecimiento de una persona en el vuelco de una guagua de las Gildez, muy cerca del municipio, junto a la casilla del caminero de Uga. En este mismo año falleció el vecino del municipio de Tías Lorenzo Reyes al caer de un camión que transportaba arena.

1953
Fallecimiento por quemadurasInfiernillo

En el semanario Antena del 9 de junio se hace referencia al fallecimiento en el Hospital Insular de Lanzarote de la vecina de Tías doña Agustina Mesa Mesa, de 51 años, a consecuencia de las quemaduras sufridas al inflamársele un “infiernillo” de gasolina. La transición de la combustión a leña a estos artilugios de gasolina y petróleo, antes de la llegada del gas, produjeron varios accidentes domésticos con graves consecuencias como el suceso relatado. La fallecida estaba casada, tenía cinco hijos y era residente en Mácher, en el Camino del Puerto.

1954
Atraco a mano armada en el pueblo de Mácher

La portada del semanario Antena destacaba el 30 de noviembre de 1954 la noticia de un atraco en el pueblo de Mácher, informando en el subtítulo que “el presunto ladrón se llevó 30.000 pesetas después de agredir a la víctima con la culata de una pistola”.
La información incluía los siguientes datos: “Sobre la media noche del pasado 22 de noviembre se presentó un enmascarado provisto con arma de fuego en el domicilio del vecino del Volcán de Mácher Genaro Bonilla Medina, soltero de 70 años, a quien amenazó para que le entregase dinero. Tras golpearle con la culata de la pistola y dejarle inconsciente, logró llevarse el botín citado, abandonando el lugar amparado por la oscuridad de la noche”. El relato finaliza del siguiente modo: “Cualquier persona que pudiera ofrecer algún dato para el esclarecimiento prestaría un indudable servicio a la sociedad…”

1954
Explosión a bordo del Astelena

El barco de cabotaje Astelena, propiedad de Antonio Armas, sufre en septiembre una explosión a bordo, cuando se encontraba en el muelle de Santa Cruz de Tenerife, falleciendo varios marineros, uno de ellos de Tías, otro de Maciot y otro de Las Breñas.

1959
Vuelco de un camión en Mácher

En el semanario Antena del 1 de diciembre se da cuenta del vuelco de un camión en Mácher. El camión, matrícula TF 8210, de la empresa Martinón, se dirigía al Faro de Pechiguera, cargado de tubos de cemento. El vehículo era conducido por Guillermo González González, el cual resultó herido, y los peones Eufrasio Acuña Bailón, Juan Rijo Auta y Gregorio Lemes Machín. El camión, antes de llegar a la casilla del caminero de Mácher, en sentido Yaiza, justo detrás de la casa de Manuel Aguiar, hizo una guiñada a la derecha, subiendo un terraplén y volcando, esparciendo toda su carga en la carretera, que permaneció allí varios días. Una vez retirado el camión y parte de la carga útil, el resto de los cachos de cemento fueron aprovechados por los vecinos para adorno de muros y paredes.
En la misma fecha se informa en Antena del accidente de bicicleta sufrido por Marcial Betancort Arrocha, que viajaba de Mácher a La Tiñosa cuando un pinchazo le hizo caer sobre unos pencones de tuneras.

Década de los sesenta
Accidente de tráfico mortal

El siniestro se produjo en la bajada de Las Cuestas de Tías y le costó la vida al conductor de una furgoneta Ford Transit, el vecino de Mácher Dámaso Díaz Mesa, que circulaba en dirección a Arrecife cuando se estrelló contra un talud de broza destinada a la reparación de dicha vía.
Se da la circunstancia de que en las indagaciones del accidente se descubre que en el interior del furgón había una gorra de plato de guardia munici- pal, que el infortunado tenía pendiente de entregar a su amigo Rafael el Guardia, ya que se la había encargado en un reciente viaje de Dámaso, a Gran Canaria.

Un camello en celo mata a un anciano

El anciano Gregorio Viera, natural de La Asomada y vecino de Los Barrancos de Mácher, perdió la vida cuando manejaba un camello en celo y se disponía a efectuar una carga de sementera en una finca propiedad de Ángela Medina. Al ir bajando por la orilla de un teste delante del camello, éste se le abalanzó encima ocasionándole la muerte por aplas- tamiento.

1960
Pleito en La Tiñosa

Los marineros de La Tiñosa, en los tiempos en que no estaban de faenas, solían protagonizar en las cantinas algún que otro altercado, no pasando más allá de las manos o el lanzamiento de algunas piedras o callaos. En el caso que cita Antena, en la edición del 16 de Agosto, en plenas fiestas del Carmen, se cita el pleito en el que Miguel González Rodríguez, de 25 años, a consecuencia de las copas, le dio una bofetada a Juan García González, de 39, también pescador. Este esgrimió una navaja dando heridas en el vientre al primero. Afortunadamente, la cosa no pasó de unas heridas de suma gravedad.

1963
Accidente mortal en Peñita Amarilla

La fatalidad quiso truncar la vida un día de San Pedro al joven José Cabrera Perdomo, natural y vecino del pueblo de Mozaga, y cuya novia vivía en el pueblo de Mácher, con la que tenía previsto matrimonio algunos meses más tarde. Había llegado al pueblo a celebrar la fiesta en su nueva moto, una Bultaco con matrícula GC-22222. Después de la celebración religiosa, y en horas posteriores al medio día, un conocido residente en el pueblo, Segundo Reyes, le propuso que le acercase al pueblo de al lado, donde éste tenía a su novia.
Cuenta Antena: “ambos se dirigían a Tías por la carretera principal, un camino de tierra aún sin asfaltar, lleno de “rizos y de baches”, cuando apenas habían rebasado la cuesta conocida por Peñita Amarilla, en las cercanías del cementerio, se encontraron de frente con un camión que regresaba del muelle de Arrecife, donde había descargado sacos de cebollas para la exportación. El camión, marca Dodge, era propiedad de Manuel Calero, de Uga. Justo en el momento del cruce de ambos vehículos, al camión se le soltó la puerta de la carrocería, impactando de lleno sobre el conductor de la moto, produciéndole la muerte instantánea, y resultando ileso milagrosamente su acompañante”.
El conductor del camión, que resultó ser el hijo del propietario, Marcial Calero, no poseía el pertinente permiso necesario para el manejo de camiones, por lo que tras el juicio de los hechos se vería procesado y privado de libertad durante algún tiempo. Este suceso marcaría profundamente la celebración de las fiestas de San Pedro del año 1963, tanto por la pérdida de la vida de un ser conocido como por las truncadas ilusiones de los jóvenes.

1967
Muerto de una puñalada en la Sociedad de Tías

La edición del 17 de septiembre de 1967 del periódico El Eco de Canarias destaca la noticia de un apuñalamiento mortal en el bar de la Sociedad Unión Sur de Tías.
OcAndresurrió un día de Dolores, cuando muchos vecinos esa tarde regresaban al pueblo desde Mancha Blanca. La víctima, Andrés García Martín, se dirigió a la Sociedad, sobre las 19 horas, como acostumbraba hacer, para charlar un rato con los amigos. Lejos estaba de pensar que otro vecino del pueblo tenía pensado ponerle fin a su vida.
Según relata El Eco de Canarias de ese día, “el criminal fue detenido y conducido a prisión por el cabo primero José Trujillo Pérez y el guardia Andrés Morales López, de la Guardia Civil de Arrecife, quienes, además, encontraron el arma que estaba escondida en- tre unos bloques en la trasera del bar donde ocurrieron los hechos. La víctima, que deja viuda y 6 hijos, era muy apreciada en toda la localidad por lo que el brutal asesinato ha causado el natural pesar
e indignación. (…) El agresor resultó ser R. Adolfo Mesa Figueras, de 42 años, casado, natural y vecino de la misma localidad, quien desde hacía rato presentaba una actitud levantisca (…)”
La crónica del suceso, firmada por el corresponsal de El Eco de Canarias, Andrés Pallarés Padilla, concluye que se trata de “otro brote de matonismo que creíamos totalmente extinguido en nuestra isla. Hay que hilar muy fino y vigilar cuidadosamente a estos sujetos peligrosos para la sociedad. Todos son bien conocidos, pues se jactan y van arrogantes presumiendo de un valor que no poseen, si no tienen un arma en la mano y atacando a traición. Una vigilancia adecuada evitaría que en lo sucesivo se repitieran estos hechos y, para ello, tenemos a nuestra Benemérita, que sabe bien su cometido y no se anda por las ramas.”
El juicio por homicidio se celebraría en Arrecife el 12 de junio de 1968 en vista oral y pública, en la que se le impuso al homicida la pena de 14 años de reclusión menor y el pago de trescientas mil pesetas a los familiares de la víctima.

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