Pregón de Puerto del Carmen 2016

Publicado: 29 julio, 2016 en Pregones de Puerto del Carmen

Fuente:
Archivo de: Óscar Torres Perdomo y Jesús Perdomo Ramírez

Pregón de las Fiestas de Ntra. Sra. del Carmen
Puerto del Carmen  2016
Por:  Manuela Eugenio Rodríguez

GALERÍA DE FOTOS

2016- Manuela Eugenio Rguez

Buenas noches a todos y a todas, queridos amigos y amigas, vecinos/as, familia y demás visitantes.

En primer lugar quería agradecer a la organización de festejos y en especial a mi sobrino Amado por haber pensado en mí para la lectura del pregón de las fiestas del Carmen 2016. He de reconocer que en un principio cuando me lo propusieron no estaba muy convencida, no es fácil para mí realizar un pregón, ni estoy habituada a hacer discursos; pero lo hago encantada y con mucha ilusión y deseo de corazón que les guste.

Para el que no me conoce mi nombre es Manuela, nací en la Tiñosa; en una familia humilde de pescadores. Mi padre Miguel se embarcaba  6 meses para Cabo Blanco, y mientras tanto mi madre Mercedes se iba con mi abuelo Félix a calar con los chinchorros. Mis hermanos y yo crecimos juntos y ayudábamos a mi abuela Flora con la cosecha cuando plantaba en las tierras, nos mandaba a recoger hierba para las cabras Y nos daba dinero para ir al cine; pero ella nos acompañaba ya que en aquella época no estaba bien visto ir solas a los sitios. Para nosotros fue como nuestra segunda madre.

La vida de antes era muy diferente a la de ahora, recuerdo pasar todo el verano en los riscos de la marea con mis primas y demás familia.

Afortunadamente mi abuela María tenía la casa pegada al mar y pasamos allí muy buenos momentos. En aquellos tiempos no había médicos como los de ahora, pero abuela María se encargaba de curarnos con unos cuantos rezos y santiguándonos cuando éramos pequeños. Cuando nos poníamos muy enfermos y los rezos no hacían efecto nos llevaba Gonzalo en su camión a Arrecife, porque no había centro de salud en el pueblo ni transporte todos los días.

En verano, el cura Don José Quintero hacía cine en la iglesia del pueblo, aunque la mitad de las veces nos quedábamos sin terminar de ver a película porque cuando no se le acababa la gasolina se le estropeaba el motor. La iglesia no tenía techo, pero dentro de la iglesia había un cuarto donde se hacía la misa.

Aquí en la Tiñosa casi todos éramos familia y los que no lo éramos nos conocíamos. La Tiñosa fue creciendo por el año 1965. Lo primero que hicieron fue un merendero al lado de la playa segunda y luego hicieron el Hotel Los Fariones encima de la cueva “Siña Juana” que era donde Juana guardaba las cabras. Con las pocas casas que había por ese entonces, el hotel se veía desde todo el pueblo. En esa época no había teleclub,  si  queríamos  bailar, teníamos que  ir a  la Sociedad  de Tías,  San Bartolomé o Tinajo. Muchas veces, recuerdo  de ir en el taxi de Pepe, el padre de Pancho, el actual alcalde. Era un buen taxista y muy buena persona, que nos llevaba y traía del baile.

Por aquel entonces  en la Tiñosa estaba  el almacén  de  Manuel Viñas, donde se encontraban todos los marineros; y la cantina de Perico el cojo, la cual era cantina y barbería, en donde los hombres se echaban unos  tragos, cantaban, se pelaban y jugaban a la baraja. Estaba enfrente de donde se ubicaba correos, que anteriormente era la escuela donde estudiábamos las chicas, en la actual calle Bajamar, lo que hoy en día es el centro juvenil, los chicos sin embargo estudiaban en donde se encuentra hoy el centró de la 3ª edad.

En aquellos tiempos no había supermercados como los de ahora, íbamos a comprar a varias «Lonjas». Éstas pertenecían  a Ufracia, Eduarda, Mercedes  la de Tomás, Amelia, Antonia  la de Curbelo,  María, Josefina  y

Pepe Pérez. A pesar de que éramos pocos residentes no faltaban tiendas para comprar comida. Asimismo el pescado se vendía en el Varadero, en el Calladito al lado de la casa Roja, donde varaban los barcos. Por otra parte,  para disponer de agua teníamos que ir caminando con el garrafón a  la aljibe del Cabildo, ubicada en donde se encuentra el centro comercial La Biosfera, ya que los camiones no llegaban al final del pueblo con las cubas porque no habían carreteras. Al rellenar el garrafón lo colocábamos en la cabeza, hacíamos una rueda con una toalla, y encima situábamos dicho garrafón, teníamos que tener mucho cuidado porque si se nos caía o se nos rompía nos llevábamos un buen «pleito» de nuestras madres.

Por esos años las pocas calles que habían no tenían nombre, pero el pueblo estaba – dividido por zonas: el Cavadero que era la entrada del pueblo que venía de Tías a la altura del cruce, por debajo de la zona donde se encuentra actualmente el centro comercial de la Biosfera. El Poril, al lado de la plaza del Varadero. Carretera, la zona donde se encuentra la pescadería de Chano; y Cajafrecho, que es la zona del final del pueblo, hoy siendo el final de la calle Teide.

También  tengo  que  decirles que las fiestas del  Carmen eran diferentes a las actuales. En mi época por el año 1965, empezaban el 15 de agosto, esperando a que llegaran los marineros de Cabo Blanco después de estar fuera pescando seis meses.

¡Qué ilusión teníamos las chicas del pueblo cuando iba llegando la fecha de las fiestas para estrenar los vestidos! ¡Íbamos juntas caminando a Mácher a la casa de la costurera Nieves Pereira para hacernos los trajes! Había tan poco dinero, que solamente podías estrenar un vestido al año y como no, lo estrenábamos por las fiestas de la Tiñosa. Para ganar un poco de dinero, íbamos a empaquetar tomates cuando era la época de la zafra,  al almacén de Manuelito Medina, durante tres meses. Por esa época las fiestas las organizaban tanto chicas como chicos del pueblo, hacíamos actividades como la cucaña, carrera de sacos, lucha canaria.etc. y para poder comprar los premios de las actividades se iba   por las casas a pedir dinero.

La  celebración  de las  fiestas duraba tres días, de  viernes  a domingo. El viernes se paseaba por la calle y se disfrutaba de la ruleta de Pedro Acosta, del cual recuerdo con mucho cariño cuando decía: «siempre toca, cuando no Juan el de Frasca es Pedro Acosta».

El  sábado era la procesión marítima,  sacábamos  a  la  virgen amarrando  los barcos a las piedras para poder embarcarnos. Todos los marineros cuando  se acercaba  la fecha de  las fiestas  tenían costumbre de pintar sus barcos. Yo recuerdo de ir con mi abuelo Félix en su barco a vela, otros iban a remos y algunos pocos tenían motor, todos ellos adornando su      embarcación con hojas de palmera y banderitas de papel.

El domingo para finalizar las fiestas, después de la celebración de la misa era la procesión terrestre, sacando a la virgen de la iglesia hasta la altura del restaurante el Burro, siendo hoy la calle Reina Sofía, ya que por esa época  no habían carreteras en la zona de Cajafrecho (calle Teide), solamente un pequeño camino..

En esa época también se hacía un ventorrillo detrás del almacén de Manuel Viña, cerca de la Iglesia,  en  el  cual    podías  tomarte algo acompañado de parrandas.  Allí  se encontraban todos los hombres mientras las mujeres paseaban por el pueblo, y lo más gracioso es que se emborrachaban  y se peleaban unos con otros y muchas de sus madres iban a separarlos, pero sin no antes ir a sus casas a ponerse ropa interior no sea que pudiesen caerse y enseñar sus partes íntimas, ya que en esa época no se usaba la ropa interior a diario, pobres viejas, Dios las tenga en la gloria.

Por el año 1968 se hacían las fiestas en la calle Roque Nublo. Recuerdo que fue el primer año en el que se celebraba el concurso de mises de las fiestas. Pusieron un escenario al lado de la casa Cabrera, bajo el árbol de la conocida cuesta del Cartero. Nos presentamos cuatro chicas del pueblo, María Rodríguez conocida por la Juanita García, lnma Pérez y yo, Manuela Eugenio. En este concurso no se hacía pase de modelo como hoy en día, simplemente nos subíamos al escenario con el vestido que estrenábamos por las fiestas.

Ese año tuve la suerte de haber sido yo nombrada Miss de las Fiestas de la Tiñosa y gané como premio mi primer anillo de oro donado por la relojería Mesa, una banda y una caja de bombones.

Por los años 70 ya empezaron a hacer los bailes de las fiestas en la entrada del pueblo, en el cine de Don Antonio el Canario; se organizaban partidos de fútbol entre casadas y solteras en la Olla, y también jugábamos a la  bola en el varadero.  Más  tarde    las hacían en la zona donde actualmente   se encuentra  el restaurante «el  Cangrejo Rojo». Yo iba acompañada de mi marido Pablo Ramos y a los dos nos gustaba mucho bailar, concursando en bailes y verbenas. Ya, unos pocos años más tarde, hicieron la explanada del Varadero, trasladando las fiestas ahí. Primero hicieron un recinto cerrado y después acabada la plaza se hacían todos los actos ahí. Ya en esa época, empezaron a hacer los ventorrillos tradicionales de palmeras, Santana comenzó a traer las atracciones, traían cantantes famosos como Marta Sánchez, el Dúo Dinámico, Sergio Dalma y muchos más…

Hoy en día, las fiestas del Carmen son mucho más populares, la organiza el Ayuntamiento de Tías, son muy divertidas, hacen verbenas, vienen  mucha  gente  de toda  la  isla  e  incluso turistas  que  se encuentran veraneando en Lanzarote o residiendo aquí.

Personalmente disfruto mucho de las fiestas al igual que participo en ellas. Una de las maneras en las que participo es con la Coral Marina de Puerto del Carmen. Soy una miembro de las 20 integrantes que la componen, fundada en 1998. Cada año, hacemos un encuentro de corales para cantar habaneras, con varias corales del resto de la isla. Otra de las cosas que más me gustan de estas fiestas es cuando se celebra el día de la mujer, el primer domingo. Es un día en el que nos reunimos todas las mujeres tanto de la Tiñosa como del municipio, pasando un rato muy divertido y agradable; aunque tengo que reconocer que me encantaría poder dar marcha atrás en el tiempo  y revivir aquellos tiempos inolvidables y felices  para mí.

No quiero cerrar este pregón sin antes agradecerles su atención y presencia. Ha sido un gran placer el haber compartido un trozo de mi vida con todos ustedes. Espero que estos días de festividad sean divertidos y alegres y que la virgen del Carmen sea generosa con nuestros sueños y nuestras esperanzas.

Les deseo unas felices fiestas y

iVIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!

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