Boom turístico. Contexto poblacional

Publicado: 13 junio, 2024 en Policía de Tías

Finalizando los años 80 en el municipio de Tías, la costa de Puerto del Carmen experimenta un potente desarrollo urbanístico y eleva la demanda de empleos en los sectores de la construcción y servicios. Este auge económico desmesurado atrae hasta nuestra isla y en particular al municipio a personas de toda índole y diferentes lugares de procedencia en la búsqueda de un futuro prometedor atraídos por las grandes oportunidades que ofrece el primer polo turístico de Lanzarote.

La población del municipio se multiplica por tres y se aproxima a los 10.000 habitantes, se construyen hoteles, complejos de apartamentos colonizan todo el litoral del municipio desde la Tiñosa hasta Matagorda. Las infraestructuras escolares y sanitarias zozobran y hay que comenzar a proyectar nuevos centros educativos y sanitarios. La seguridad municipal se ve sobrepasada ante un nuevo contexto social y económico.

El cuartel de la Guardia Civil, que había entrado en funcionamiento a comienzos de esta década comandado por el brigada Pablo Carrasco y una docena de guardias, se queda corto desde su nacimiento. Por ello, el Ayuntamiento tiene que realizar un enorme esfuerzo económico para paliar el desfase en seguridad en la zona turística, fundamentalmente. En un breve espacio de tiempo, a los tres guardias municipales tradicionales de pueblo Rafael, Fefo y Paco, se incorporarán más de 30 agentes en el periodo 1986 a 1988.

La seguridad de Tías tiene que hacer frente a un nuevo catálogo de delitos desconocidos en el municipio y en la isla: la droga entra con fuerza entre la población local. La heroína hace estragos con datos escalofriantes, aumenta el número de denuncias por delitos por robos de coches y proliferan los hechos delictivos y fechorías.

La Policía Municipal de Tías capta rápidamente la nueva situación sobrevenida provocada por el desarrollismo y en tiempo récord, con mucha voluntad y esfuerzo, sabe organizarse para actuar en el nuevo contexto social e ir reconduciendo los malos hábitos introducidos que provocan actos delictivos: Se crean diferentes unidades organizativas de actuación obteniendo excelentes resultados de forma inmediata y la Policía de Tías pasa a primer plano de referencia y de eficacia ganándose en un corto espacio la estima y excelente valoración por parte de los medios de comunicación y la sociedad de Lanzarote en general. Sin su aportación, la evolución de la zona turística de Tías se hubiese resentido.

La Policía Municipal de Tías es pionera y se adelanta a aspectos recogidos posteriormente en la Ley de Coordinación de las Policía de Canaria creando diferentes unidades para ser más operativa: Unidad de Tráfico, Unidad de Administración, Unidad de Transmisión, Unidad de Atestados, Grupo especial de intervención denominado (GIT), para actuar en verbenas, cosos de carnaval, pruebas deportivas, policía de playa, controles de alcohol y de velocidad, unidad canina con el perro Rocky, servicio de grúa y potrero, etcétera.

Los policías que viven aquellos complicados momentos recuerdan que «entramos pensando en ser policías de pueblo pero la realidad en la zona era otra y costó mucho esfuerzo crear una zona turística de primer orden y segura».

Puerto del Carmen, por entonces, es la principal y única zona de ocio de la isla: «Venían a la zona del Centro Comercial Atlántico de toda la isla, muchas borracheras, jungla de coches, teníamos que hacer mucha pedagogía para que volviesen sin problema a sus casas».

«Coincidió con la llegada del turismo de borrachera, funda-mentalmente ingleses. Desde la recepción nos llamaban el día antes, pues hacían jaleo, balconing, quemaban cortinas y lo mismo haciendo pedagogía, para que retornasen sanos y salvos».

«A veces hacíamos de ambulancia para trasladar heridos. Tuvimos también que socorrer algún turista despistado que no encontraba su alojamiento y dejarlo dormir en calabozo con la puerta abierta y por la mañana darle café y bocadillo y hasta llevarlo al aeropuerto. Actuábamos como servicios sociales y mediábamos ante acciones de violencia de género», señalan fuentes policiales, quienes recuerdan que tenían que mediar también con empleadores de cuadrillas de construcción para evitar que en su tiempo libre no armaran líos en los bares.

Resaltan el fuerte problema que originaron en la zona los agentes de empresas de time sharing que operaban en los locales de Puerto del Carmen, «acosaban brutalmente a sus paisanos de vacaciones en la zona, les invitaban a una excursión gratuita, los emborrachaban y luego firmaban ventas fraudulentas. Aluviones de denuncias a diario».

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