En el año 1979 se producen las primeras elecciones municipales: Juan Calero R. (UCD) abogado de La Asomada, obtiene 862 votos y 7 concejales; y el PSOE, liderado por Florencio Suárez, obtiene 504 votos con 4 concejales. A pesar de la mayoría obtenida por Calero, éste le da responsabilidad al concejal de la oposición, nombrándole presidente de la comisión de transportes, policía y pesca.
La nueva corporación elegida democráticamente se dispone a asistir a la gran transformación municipal que se avecina. A inicios de los 70, un 55% de la población activa se dedica a la agricultura y al finalizar la década solo queda un 5% que se dedica a este sector mientras que el sector servicios en el mismo periodo ha pasado de un 19% al 72%. La electrificación de los pueblos, los centros socioculturales, el arreglo de los caminos del IRYDA y la mejora de playas y el refugio pesquero de La Tiñosa son las prioridades acometidas.
El alcalde, cuando toma posesión, se encuentra con cuatro funcionarios, dos trabajadores de vías y obras y tres guardias: Rafael, Fefo y Paco. Este último pasará a ostentar la jefatura de la Policía Municipal de Tías. Se inicia un periodo de organización de la vida municipal donde cada concejal asume responsabilidades de gestión de su área. El Ayuntamiento adquiere dos motos Honda y en abril de 1980 se compra el primer coche patrulla para la policía de la marca SEAT 131 (ranchera) con matrícula GC-2741-N, con torre y sirena autoconstruida con elementos adquiridos en la ferretería y puertas delanteras pintadas de negro sin escudo municipal.
Francisco Domingo Hernández R. asciende al puesto de cabo. Paco, de formación autodidacta, asume el mando de la Policía Local. Configura un primer equipo para atender los servicios de mañana y tarde, donde las tareas de notificación y de administración son las menos deseadas, porque restan presencia en la zona turística, que acapara toda la atención en tráfico, obras, incidentes en la vía pública, etc. Para las nuevas necesidades en el servicio policial, se recurre a publicar sendas convocatorias para incrementar la plantilla de la Policía Local: en 1982 se incorporan Celso Betancort Rivera, Segundo Rodríguez Camacho y Baldomero Cañada Robayna y al año siguiente lo hacen Jorge Reyes Rodríguez y Víctor Lasso Rivera.











