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Fuente: La conexión británica con Lanzarote y Canarias .. Larry Yaskiel
Antes del gran advenimiento del turismo en la década de 1980, toda la zona de Puerto del Carmen y Mácher se había dedicado a la agricultura. La mayoría de los sitios ahora ocupados por hoteles y complejos de apartamentos estaban cubiertos por campos de tomates y cebollas, gran parte de los cuales fueron exportados a Inglaterra desde los puertos de La Tiñosa, Arrecife y el resto de Canarias. Las verduras fueron descargadas en el Canary Wharf, que fue construido en 1936 por Líneas Fred Olsen, que importó un gran volumen de frutas y hortalizas canarias para el mercado inglés, especialmente durante los meses de invierno. Unos ochenta años después, Fred Olsen sigue operando ferris que conectan la mayoría de las Islas Canarias, incluyendo servicios diarios regulares entre Lanzarote y Fuerteventura.
María Luisa nació en Mácher en el 1902 pero vivió en La Tiñosa desde niña. Ahí se arraigó y sufrió las vicisitudes propias de la época en la las carencias dificultades eran lo más cotidiano. Aun siendo mujer, conoció la dureza de la pesca con chinchorro, calando en las playas del litoral sur. También vendía pescado en los pueblos y al principio cargaba su burra y recorría con ella alguno de ellos, pero cuando se le murió el animal, iba caminando con el pescado que se ponía en la cabeza en una barqueta de madera para poner las cebollas y se la descargaba en la pared, riscando por allí para abajo hasta que iba al suelo, porque no podía bajarlo de otra manera. María Luisa tuvo 10 hijos y recordaba con mucha nostalgia sus años de juventud.
Explicaba que era muy chica cuando se vino a vivir a Puerto del Carmen, y que anteriormente estaba en el campo, en las últimas casitas de la carretera de Tías al lado del cementerio, donde vivía. Fue a la escuela pero a la edad de diecisiete años se casó y fue aquí en La Tiñosa donde conoció al que fue su marido. Entonces hacían su vida vendiendo pescados en su burrita hasta Tiagua y se traía las batatas cuando podía y encontraba porque era complicado hallarlas por esa época debido a la guerra. Decía: «Una vez me fui hasta Tao y tampoco encontré. Se pasaba mucho hambre y además no venía nada de fuera.» Contaba que a pesar de venir barcos grandes de vela a La Tiñosa desde fuera como el Beatriz o el Gaspar, era complicado.
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Saavedra Umpiérrez nace en Mácher (Tías- Lanzarote) el 3 de Julio de 1951.
Criado en un medio agrícola y ganadero se siente atraído desde la niñez por las costumbres tradicionales (Juegos, deportes y folclore), practicando desde niño juegos como la BOLA CANARIA, el tángano y deportes como la Lucha Canaria y Fútbol, militando siempre en equipos locales.
Después de realizado el bachiller superior en la isla, se desplaza a Tenerife para estudiar la carrera de magisterio en la Escuela Normal de La Laguna (1971). Una vez terminado sus estudios hace un recorrido por diferentes islas de La Provincia impartiendo la docencia, tarea en la que sigue en la actualidad.
Con motivo de su estancia en La Gomera (curso 78/79), concretamente en el pueblo de Alojera, se aficiona a la poesía y posteriormente edita un libro “Décimas al aeropuerto de la Gomera”.
Actualmente tiene a punto de publicarse en el Centro de la Cultura Popular Canaria un libro sobre LA BOLA CANARIA.
BIOGRAFÍA
-Nace en Mácher-Tías, el 14 de Noviembre de 1950.
-Acude a la escuela Primaria de Mácher.
-Estudia Bachiller en el Instituto de Enseñanza Media de Arrecife.
-Cursa estudios en la Escuela Oficial de Náutica de Santa Cruz de Tenerife.
-En 1977 se incorpora como Ayudante de Control en el Aeropuerto de Lanzarote, pasando posteriormente a ocupar plaza de Técnico.
Programación y Operaciones.
-En Junio de 2002 es nombrado Jefe de la Sección de Atención a Compañías Aéreas.
-Fue el responsable del Museo Aeronáutico del Aeropuerto de Lanzarote.
Juan Cruz Sepúlveda
A instancias de José Antonio Cedrés, el ex cartero del pueblo, se organizó un emotivo encuentro con el maestro don José María Espino y sus alumnos del pueblo de Mácher, correspondientes al periodo de su estancia en esta escuela, años 1961 al 1968. La respuesta a la convocatoria fue todo un éxito, máxime cuando el espacio elegido se efectuaba en las antiguas Escuelas Mixtas de niños y niñas de la época, que afortunadamente se conserva. Sesenta y tantos años (61) separan la llegada del insigne maestro y este sensible encuentro compartido por más de treinta asistentes.
En aquellos años, a la llegada del maestro, la totalidad del pueblo estaba supeditado a las labores agrícolas, el acceso a estudios secundarios estaba reservado para las escasas familias hacendadas y además, había un estigma para asistir al único instituto en Arrecife. Ir a esa corta edad a la capital, era restar mano de obra en las labores del campo y equivalente a adquirir potenciales vicios, influenciados por los “gorfines del Puerto”. Don José en este contexto y con un grupo de clase bastante heterogéneo, fue descubriendo en sus alumnos capacidades para realizar estudios secundarios y fundamentalmente, convencer a sus padres, con visitas a sus casas e incluso en las propias tierras de labor.
Fruto de aquella ardua labor dentro y fuera del aula por el maestro, más de una docena de muchachos gozamos la potestad de acceder a la educación secundaria. Este tema siempre ha sido un tema recurrente y siempre ha estado presente en la memoria del pueblo. “En esta vuelta al aula”, compartimos momentos pasados con la lúcida memoria de don José, que disertó con todos los asistentes uno a uno, recordando, reviviendo aquellos momentos de felicidad, juegos y de aprendizaje. También, el encuentro-merienda sirvió para interactuar con otros compañeros de clase, que a pesar del mucho tiempo transcurrido cultivamos la amistad desde los tiempos escolares.
La vuelta al aula de don José y el grupo, con lamentables ausencias significadas por fallecimiento de algunos compañeros, (q.p.d), nos dio pie a volver a revivir los felices años de infancia con escasos recursos, donde nuestro patio de recreo era la propia Carretera General, los eucaliptus que habían en la zona nos servían de remos. El maestro disfrutó reviviendo todos esos momentos y se interesó por la vida de todos satisfecho de haber formado a unas buenas personas. Abuelos y jubilados, mayoritariamente, y que han ejercido un amplio abanico de profesiones: taxistas, carteros, empresarios, transportistas, oficial radioeléctrico, empleados de hostelería y de banca, policías, trabajadores municipales, albañiles, carpinteros, maestros, médicos, abogados, farmacéuticos etc.
Sergio Saavedra Umpiérrez, maestro, poeta y residente en Tenerife, dio lectura a unas emotivas decimas que reproducimos literalmente:
MAESTRO
“Quiero plasmar el momento/ con palabras y no puedo/ deseo, pero no debo/suplantar los sentimientos. / Cuantos recuerdos encuentro/en estas paredes frías/ cuantas horas, cuantos días/ vividos entre nosotros/ han desbocado mis potros/ ávidos de poesía. /
Década de los sesenta/ Mácher, pueblo agricultor/ era el trabajo el motor/que a todos nos alimenta./ Estudiar con poca renta/ parecía una quimera/ pero nos llegó de afuera un forjador de ilusiones/ y todos los corazones/ latieron de otra manera.
MAESTRO, Don José Espino/ un mago de la enseñanza/ que a todos nos da confianza/ para emprender un camino. / Cada cual con su destino ha desplegado sus velas/ y surcan sus carabelas/ mares con rumbo fijado/ puesto que no han olvidado/ el ejemplo de su ESCUELA.
Si la vida son momentos/ que disfrutas con placer/debemos de agradecer/ hoy este acontecimiento./ Los recuerdos aquí dentro/ son muchos y les daré/ gracias al que esté o no este/ sea alumno o profesor/gracias; organizador/ y gracias a don José.”
Nos honra que el maestro se fue de su “escuela” muy emocionado y agradecido por el encuentro. Para dejar constancia el organizador J.Antonio Cedrés le hizo entrega de una placa con el siguiente contenido:
“En agradecimiento a nuestro ILUSTRE MAESTRO Don José María Espino González que lo fue de la Escuela de Mácher durante el periodo 1961- 1968”
Mácher 09 de agosto de 2023
Juana Saavedra Umpiérrez
Pocas mujeres como ella. Tan atrevida, tan valiente, sin importar los cuchicheos, ni las miradas retorcidas, Juana Saavedra ha vivido la vida como ha querido. Tratando de disfrutar de ese día a día, que se escapa entre los dedos de la mano. Ella es como una cometa. Sin correa, se lanza libre y a veces toca el cielo.
La energía de Juana Saavedra no tiene límites. Si fuera una cometa volaría libre, llegaría tan alto que podría dar la impresión de tocar el cielo. Siempre fue así, una niña adelantada a su tiempo, dispuesta a vivir la vida, sin miedos ni pasos atrás.
Resulta fácil imaginar a aquellas chicas divertidas. Niñas grandes, irreverentes, que tramaban planes secretos con los que poder salir de casa, y escapar. Huir de miradas cortas y demoledoras. Además, luciendo minifalda. Una prenda codiciada y temida, pero que Juana usó como estandarte. Romper las normas rancias fue una de sus grandes batallas. Y no fue fácil.
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HISTORIA DE TÍAS 